Además, obligaría a entregar imágenes correspondientes a un tres por ciento de cada partido a canales televisivos que no adquirieron derechos de transmisión, y buscaría una reducción en el castigo a los responsables de piratería con productos del Mundial o uso indebido de las marcas de la competencia.
Estos son los tres puntos que puso nerviosos a los jerarcas de la FIFA. Y amenazó con llevarse la Copa del Mundo a Estados Unidos, el único país del mundo que contaría con la infraestructura necesaria para poder en poco tiempo organizar el Mundial del 2014.
No es la primera vez que la entidad liderada por el suizo Joseph Blatter pone en duda, o cuestiona, la organización llevada a cabo por Brasil. Los retrasos en las construcciones, la huelga de los obreros y diversas críticas han recaído sobre los encargados de dirigir las obras a la hora de las inspecciones, aún cuando faltan tres años para la máxima cita, señala LaVoz.com
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